Información Jueves, 19 de septiembre del 2019
4 consejos para disfrutar con salud del otoño
El otoño es una estación imprevisible en la que el cuerpo necesita más energía para reanudar las actividades; es habitual que las temperaturas variables y el descenso de las horas de luz puedan afectarnos física y anímicamente. Para disfrutar de esta estación con buena salud y que el cuerpo y el ánimo no se resientan, debemos estar preparados y tener en cuenta algunos consejos.
1. Reforzar las defensas
Los cambios de temperatura y el descenso de las horas de luz del otoño pueden afectar nuestro sistema inmunológico. Necesitamos reforzar nuestras defensas para poder hacer frente a la demanda superior de energía que el cuerpo necesita en esta época de transición.
Por eso tenemos que cuidar especialmente algunos aspectos, como la alimentación. La naturaleza es sabia y pone a nuestra disposición los alimentos de temporada que nos convienen en cada momento ya los que tenemos que recorrer: legumbres, patatas y setas con los que empezar a hacer guisos que nos aporten energía; frutos secos que nos aporten proteínas vegetales y minerales; o frutas con las que obtendremos las tan necesarias vitaminas, como la C, que previene los resfriados: cítricos, higos, uvas, membrillo...
2. Realizar ejercicio físico
Mantenernos activos mejora nuestra salud y nuestro ánimo, y por lo tanto nuestra calidad de vida. Aunque las temperaturas sean menos agradables y los días más cortos, no debemos abandonar nuestros hábitos de ejercicio. El otoño es una estación hermosa, en la que la caída de las hojas crea paisajes atractivos que invitan a pasear. Aprovechémoslo! Y cuando las temperaturas empiecen a caer, podemos optar por ejercicios en el interior, como en el gimnasio.
3. Cuidado con los resfriados
Como ya hemos comentado, la inestabilidad de las temperaturas y unas defensas más debilitadas por una demanda más alta de energía por parte del organismo, hacen más fácil la aparición de los molestos resfriados. Debemos intentar prevenirlos tomando algunas medidas, tales como llevar ropa adecuada a los cambios térmicos: abrigarnos, utilizar capas de ropa que nos podamos poner y quitar según varíen las temperaturas o proteger la garganta.
4. Cuidar nuestra salud dental
Tras el verano y las vacaciones, seguramente hemos descuidado un poco nuestros hábitos. Comidas fuera de casa, las bebidas azucaradas, helados, cepillado no tan frecuente ... Hay que retomar la rutina o, incluso, conseguir una nueva que nos permita tener un control de nuestra salud dental.
Para ello sólo necesitamos, como mínimo, 4 minutos al día y un par de horas al año. Asumible, ¿verdad? Una rutina óptima pasaría pues para cepillar los dientes dos vagado al día, dedicando un par de minutos en cada caso. Y, finalmente, realizar dos sesiones al año de Higiene Dental, para mantener a raya cualquier acomulació de sarro y controlar el estado de los dientes.
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